Recopilación de trabajos
poéticos
Rodolfo de la Riva
Melissa Ghezzi
Beatriz Madalengoitia
Eduardo Solis
Avril Suárez
dic. 2011
[Rodolfo de la Riva]
Origami
Coge mi cuello
vuélvelo barco
quiebra
mis huesos
afina sus puntas
remarca
fuerte
nuestros
nudos
de
marinero invisible
mis pelos ancianos
hazlos flotar a estribor
raja mi nariz
que
se vuelva ancla
re
cór
ta
me
olvida mis jorobas
tíralas
al mar
puedes
abrir mi pecho
instala
tu cabina
cubre
mis poros
bésalos
vierte
tu amor
sobre
mí y sin mojarme,
funde
tu corazón con el papel
[Melissa Ghezzi]
CUENTAS
Tres pabellones
dos pisos y un patio por pabellón
dos corredores y un baño por piso
diez celdas por corredor
una docena de flores en las cortinas
trece barrotes detrás
Dos camas, un silo ducha
y un candado por celda
(cinco prostitutas, nueve traficantes,
dos asesinas y nosotras cuatro)
Dieciocho años, un aborto y una hija
una comida libre por día
[Beatriz Madalengoitia]
ser
me desnudo
no me importan
mis carnes descolgadas
de su estructura perfecta
me desnudo
y muestro
mi ser salvaje
hago ruidos
invento palabras
exclamo
también ruedo
salto
río
no convoco a la tristeza
la nota grave es la despedida
[Eduardo Solis]
Sobre la cornisa
En cada peldaño acaricio la muerte
el viento golpea mi cuerpo
intentando lanzarme al vació
mis piernas tiemblan
tengo miedo
me gusta
Sujeto a mí las cadenas
ellas me darán libertad
para desplazarme en el cielo
donde reto a los dioses
Sueldo mis pies a las grillas
suspendo mi cuerpo
abrazo el metal que hiela mi pecho
acelerado a pulso de latido
Acabada la labor
respiro
y siento que puedo ser un ave sobre la cornisa.
[Avril Suárez]
Silencio
Un minuto de silencio
por la tierra yerta
árida, exhausta
de batallas sin sentido
ganadas o perdidas por héroes maltrechos
de espíritu alicaído
faltos de fibras sensoriales
Un minuto de silencio
por cada gota de sangre derramada
por la culpa de un maldito corazón poseído
Un minuto de silencio
por esos hijos que nacen
en una burbuja solitaria
creciendo en un cuarto abandonado
de los miles en la ciudad
Hago un minuto de silencio,
en uno de esos cuartos
con rincones infinitos
las paredes se desploman a pedazos
no soportan los recuerdos lacerantes
huérfanos de amor.
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