sábado, 20 de febrero de 2010

POETAS PERUANAS DE ANTOLOGIA

POETAS PERUANAS DE ANTOLOGIA prueba la capacidad de la mujer para abordar todos los demás temas desde las perspectivas y sensibilidades más diversas, empleando el espectro completo de las facultades humanas, sin restringirse a ninguna idea (estereotipo cultural, en verdad) que se haya tenido o que se tenga de la “poesía femenina”. De otro lado, testimonia la grandeza no sólo artística, sino moral y humana en general, de tantas mujeres que, contra viento y marea, no han cedido ante las limitaciones y los tabúes impuestos por el machismo, y nos han obsequiado poesía perdurable.

Melissa Ghezzi, Lima 1975
…Ha tejido un libro de poemas de lograda organicidad, en tanto entreteje el relato de un compromiso amoroso con la boda y la “luna de miel” subsiguientes. Una historia que abarca las cuatro estaciones, narrada a la inversa (del final al comienzo), y siempre en los domingos “sacralizando” (actúa una energía a la que califica como “diosa” y es ritualizada en Lesbos) una relación lesbiana. Preciso y sugerente, el lenguaje alcanza la intensidad de lo visceralmente sentido y rigurosamente decantado… (Ricardo Gonzáles Vigil, set. 2009)

Dom. 7 de diciembre

Despacio, sin rutinas
semidescubierta o medio vestida,
ocupando tus vacíos con los míos,
ocupando tus manos con la mías,
entrecruzando mis vértices.

Deshazte de miedos, evocaciones, dolencias,
ríete de mis torpezas, diviértete conmigo,
ten curiosidad, pregúntamelo todo,
aguarda que respondan mis gemidos.

Empieza tocando sutilmente mis cabellos,
mis hombros, mis brazos, mis codos
mi tacto, la yema de mis dedos.
Acaríciame la espalda de la oreja.

Recorre de sur a norte el eje de mis pechos,
besa en círculos mi ombligo.
Descubre sin parar mi entero desierto.
Invítame a participar de la cena.

Haz de la entrega una constante.
Hipnotiza mis siete sentidos.
Observa qué te anuncia mi sexo.

Ahora,
al hacerme el amor
olvida todo lo antedicho,
sólo hazlo a tu manera.

CON TINTA DE MUJER...experiencia de libertad en la cárcel de mujeres

Durante ocho sábados, se cerraba la puerta de la biblioteca del Pabellón A del Penal "Máxima". Seis mujeres nos juntábamos a hacer conjuros con la palabra en un Taller de Poesía, tan bien titulado por ellas "Con tinta de mujer". Allí éramos infinitamente libres de amasar los versos hasta convertirlos en dulce. Nada teníamos para enseñarles. La fragilidad, apertura y profundidad de sus experiencias, reflejados en este ramito de poemas, confirman que la libertad la llevamos dentro.

AGUA

(Lidia)
Algún día para encontrar tu voz,
tesoro mío,
algún día
en el atrio, en la cabaña,
en tu cuarto junto al fogón,
algún día
cuando el tiempo se rasque la cola
y el tucán diga
dame agua, dame agua,
¿acaso no lo entiendes?
son los pasos uno a uno
es el candado echando chispas
es el caracol del espacio vacío
es la bota que ladra
es el ronquido de la azotea
¿Qué será?

(Melissa)
Te prefiero entretenida,
si no en mi cuerpo,
fluyendo fértil,
raspando rocas,
arrastrando barro.

Te pillé.
Reposabas cómoda en tu vasija
sin embriagar ni aplacar a nadie,
convertida en sombreros de cielo,
endulzada en alimento,
en gotas sobre mi piel,
atendiendo aullidos de manantiales,
siendo parte del final de cada historia,
húmeda,
bebiéndome a escondidas.

SUSPIRO

(Ernestina)
Cuéntame espectro de mis sueños
carne en mis huesos.
Cojo los riachuelos.
sangrantes de mis días
sólo silencio cosecho
larga fisura
¡Encandílame!
¡Ven con el himno,
azotando esfuerzos,
latigando horas!Naufraga en mi piel.

VIENTRE

(Milagros)
Un bisturí ha escrito en mi vientre sereno
la historia de mis entrañas alejadas
de la cavidad que me calcina
de la oquedad que me diversa.

Un bisturí ha editado en mi vientre enlutado
este presente renacido

(Lucinda)
Respira hondo noche.
Siente cómo el espasmo del frío polar
recorre tus ingenuas concavidades
surcando tu naturaleza.

Engulle tu dolor
y agítate con los destellos
de la aurora ventral,
éxtasis jubilar de un volcán que erupciona
humedeciendo de felicidad
a este vientre profanado por el amor.